Atlas de histología vegetal y animal

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Tejidos vegetales. Meristemos.

PRIMARIO APICAL CAULINAR

Meristemo apical caulinar
Primordios foliares
Primordio lateral
Todas las marcas
Sin marcas
Ejercicio
Meristemo radical
Órgano: tallo, meristemo apical caulinar.
Especie: vid (Vitis vinifera).
Técnica: corte en parafina y tinción con azul de metileno (Imagen cedida por Xurxo Gago).
La imagen procede de la raíz de una cebolla.
Pon el cursor sobre el dibujo para ver de dónde procede la imagen.

El meristemo apical caulinar da lugar a todas las partes aéreas de la planta y está formado por células que tienen una gran capacidad de división, aunque la velocidad a la que esto ocurre depende de las condiciones ambientales. Por ejemplo, puede seguir ritmos circadianos. Al igual que en el meristemo de la raíz, la tabicación de las células en división sigue planos perpendiculares al eje longitudinal del tallo, es decir, la tabicación es anticlinal (ver figura), y también periclinales, según la región del meristemo. Este meristemo es más complejo que el apical radicular puesto que tiene que dar lugar, además de a los tejidos primarios del tallo, a los primordios foliares y a las yemas axilares, ambos localizados en los nudos, es decir, origina todos los órganos laterales. El meristemo apical caulinar no tienen cubierta de protección (Figura 1).

Meristemos apical caulinar
Figura 1. Meristemo apical caulinar.

El meristemo apical caulinar se reduce actualmente a aquella población que se mantiene indiferenciada y proliferando. En la mayoría de la dicoteledóneas este meristemo se dispone del modo denominado organización en túnica-corpus. La túnica está constituida por una o dos capas más superficieales, en el eje central del meristemo. El corpus es un grupo de células indiferenciadas que se dispone justo debajo de la túnica. El conjunto de túnica y corpus se llama zona central. En el corpus hay un pequeño grupo de células que se denominan centro organizador que mantiene a las células meristemáticas totipotenciales, denominadas células iniciales (Figura 2). La zona central está en el extremo más apical del meristemo. Lateralmente se originan células que proliferan mucho y forman la denominada zona de transición, que se organizan en tres capas. La túnica dará lugar a las capas L1 y L2, mientras que el corpus dará lugar a la L3. En la zona central del tallo se desarrolla las células derivadas del corpus que darán a las células del meristemo medular. Más allá de la zona de transición se desarrolla la zona periférica, donde las células empiezan a diferenciarse en meristemos secundarios y en tejidos.

Meristemos de las plantas
Figura 2. Territorios celulares localizados en un meristemo caulinar típico. La zona central estaría formada por la túnica y el corpus, el cual contiene al centro organizador. La túnica formaría las capas L1 y L2, mientra en el corpus formaría la capa L3 y la zona medular. L significa capas laterales. Las flechas indican la posición de las células a medida que el tallo va creciendo en longitud. (Modificado de Risopatron et al., 2010)

La división de las células en la zona central lleva a desplazar a otras células hacia las capas laterales y zona periférica o a la zona justo debajo de la zona central. Todas estas zonas que rodean a la zona central son en realidad otros meristemos con células pluripotentes que incluyen a la protodermis, el meristemo fundamental y el tejido provascular, los cuales darán lugar a la epidermis, tejido fundamental, sobre todo parénquima y a los tejidos vasculares respectivamente. La diferencia entre las células del meristemo apical y las de estos nuevos meristemos es su potencialidad, o capacidad de dar a tipos celulares del tallo, amplia en las primeras y más restringida en las segundas. Las células iniciales son aquellas que se encuentran en las capas superficiales de la túnica, en el eje del tallo, y justo debajo se encuentran las iniciales del corpus. Estas células iniciales son las verdaderas células indiferenciadas totipotentes y surten de células a las zonas de transición, tanto centrales y como periféricas (Figura 2).

Esta organización túnica-corpus es más clara en angiospermas, mientras que en gimnospermas no hay una zona meristemática que se identifique claramente con la túnica puesto que en todas las regiones del meristemo se dan tanto divisiones anticlinales como periclinales. En plantas consideradas primitivas como los helechos poseen una sola célula inicial en el centro de las zona superficial del meristemo. Así, se habla de meristemos monopodiales cuando sólo se identifica una célula inicial en el ápice, simples cuando hay células con divisiones anticlinales y periclinales, y dobles cuando hay una región con divisiones anticlinales y otro con divisiones tanta anticlinales como periclinales. Hay algunas especies donde no se ha conseguido identificar esta zonación del meristemo apical, como ocurre en el tomate.

Cuando se estudian las divisiones mitóticas se observa que la mayor cantidad de células en división se encuentran en las regiones que rodean a la zona central, mientras que la propia zona central es relativamente escasa en céulas mitóticas.

Como se ha mencionaldo, una vez que las células se separan del dominio de las células iniciales del meristemo pasan a formar parte de lo que se llaman regiones transicionales, que incluyen al protodermo, meristemo fundamental y tejido provascular (Figura 3). Estas regiones de transición se encuentran entre el meristemo apical y los tejidos diferenciados. En la zona próxima al meristemo las células se siguen dividiendo, mientras que en las más alejadas se alargan.

Meristemos de las plantas
Figura 3. Esquema donde se muestran los principales estructuras en las zonas de transición derivadas del meristemo apical caulinar (modificado de Beck 2010).

El protodermo (o protodermis) dará lugar a la epidermis, el tejido fundamental a la corteza y médula y el provascular a la estela. El protodermo es una capa de células que formará la epidermis del tallo y de los primordios foliares y desarrollará los tipos celulares como tricomas a medida que el meristemo se aleja.

En el meristemo fundamental se encuentran embebidos las cuerdas de tejido provascular. Estas células crecerán de longitud y, sobre todo las de la médula, crecerán también en diámetro produciendo un aumento del diámetro del tallo. Este meristemo dará al parénquima, colénquima, esclerénquima, idioblastos, algunos laticíferos, etcétera.

El tejido provascular también se llama procámbium. En las etapas iniciales, entre estas cuerdas de procámbium se desarrolla un meristemo llamado residual (o tejido meristemático vacuolado) que forma, junto con el procámbium un cilindro. A partir de este meristemo se formarán los radios foliares, pero también algunos haces vasculares. A medida que avanza el desarrollo, el meristemo residual que no se ha diferenciado en tejido vascular se diferenciará en parénquima interfascicular. Las células del tejido provascular tienen un diámetro menor y sus núcleos son patentes y alargados, por lo que se puede distinguir este tejido por sus características citológicas.

Inmediatamente debajo del ápice del tallo, dispuestos lateralmente, aparecen los primordios de las hojas, que experimentan un rápido crecimiento, sobrepasando al ápice del tallo y recubriéndolo para protegerlo. Los primordios foliares se inician en la periferia del meristemo y su patrón de aparición determinara la filotaxis del tallo, es decir, que patrón tendrán las hojas en el tallo. Cada primordio foliar se origina a partir de una pequeña población de células, entre 30 y 110, que se denominan células fundadoras. Hacia el exterior se transformarán en el primordio y hacia el interior del tallo se genera un cuerda de procámbium.

Durante el crecimiento del tallo, el periodo que va desde la creación de un primordio foliar al siguiente, el meristemo apical crece en tamaño, y cuando está apareciendo un nuevo primordio foliar disminuye de tamaño. La extensión del crecimiento depende del tipo de planta. Tras el desarrollo del tallo se pueden originar ramas a partir de las yemas axilares para dar lugar a ramificaciones laterales, hojas y órganos reproductores. En el extremo de las ramas habrá un meristemo apical que se comportará de la misma forma que el meristemo apical cualinar original. Sin embargo, en las plantas sin semillas, las ramas se originan directamente en el meristemo apical caulinar, ya que éste se divide en dos partes iguales. Es un tipo de crecimiento denominado dicotómico.

Las yemas axilares, a pesar de su nombre, no están asociadas a las hojas, sino que se originan cerca de las hojas, y un poco arriba. Esta separación es más clara en las monocotiledóneas.

Los meristemos apicales producen ácido indol acético, hormona que difunde tallo abajo inhibiendo el desarrollo de las yemas axilares, y por tanto no se generarán ramas cerca del ápice. Esto es lo que se denomina dominancia apical.

Bibliografía

Risopatron JPM, Sun Y, Jones BJ. 2010. The vascular cambium: molecular control of cellular structure. Protoplasma. 247:145-161.

Beck CB. 2010. An introduction to plant structure and development. Cambridge University Press. ISBN-13 978-0-511-77022-7.

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