El epidídimo es un conducto muy contorneado que conduce los espermatozoides desde los testículo hasta el conducto deferente, el cual desembocará en la uretra. También tiene una función de almacén de espermatozoides, que es más importante en aquellas especies con estrategias reproductoras en las se producen muchas cópulas en poco tiempo. El epidídimo suele estar envuelto en una capa de tejido llamada túnica visceral vaginal.
El epidídimo se divide longitudinalmente en 3 regiones: cabeza, cuerpo y cola. La parte de la cabeza está relacionada con la maduración de los espermatozoides y el cuerpo y la caudal mantiene a los espermatozoides en un estado de quietud y sirven como almacén. En humanos la capacidad de almacenar espermatozoides en su parte caudal está más limitada por su propia estrategia reproductiva. Así, mientras que en roedores hay espermatozoides para 10 a 12 eyaculaciones, en humanos da para 2 o 3.
El epidídimo comienza en los tubos eferentes que recogen los espermatozoides de la rede testis y los conducen hasta el túbulo del epidídimo de la región proximal, ambos formando la región de la cabeza. Los tubos eferentes son conductos de pequeño diámetro y muy empaquetados. En humanos están formados por un epitelio delgado y ciliado. El número de conductos eferentes que conectan la rete testis con el tubo del epidídimo es pequeño en roedores. Los tubos eferentes tienen además la función de recaptación de agua.
El túbulo del epidídimo tiene un epitelio pseudoestratificado con esterocilios en su superficie libre, pero no son ciliados. Este epitelio está formado por varios tipos celulares unidos por complejos de unión, entre los que destacan las uniones estrechas. Se distinguen las células principales, las delgadas, las claras y las basales. Las delgadas y las claras están relacionadas con una actividad endocítica intensa. Las células basales son típicas de epidídimo y producen prostaglandinas (hormonas). Además, parecen proteger frente a agentes oxidante y emiten prolongaciones celulares que les permiten estar en contacto con el líquido seminal. Por último, pueden adquirir funciones de células madre. Son positivas para citoqueratina 5. En los tubos eferentes no se observan células positivas basales para citoqueratina 5. Es una diferencia clara entre los tubos eferentes y los túbulos del epidídimo.
El epitelio del túbulo del epidídimo es en todas las especies más grueso en las zonas proximales del túbulo del epidídimo que en las caudales, mientras que el interior del conducto se va ensanchando de rostral a caudal. El epitelio está rodeado por una lámina basal y tejido conectivo, bajo el cual se encuentra una capa muy delgada con células musculares lisas que producen contracciones peristálticas.
En el epidídimo puede haber septos de tejido conectivo que dividan al epidídimo en segmentos próximo distales. Hay 10 segmentos en ratones y 19 en ratas. En humanos, sin embargo, no se puede dividir el epidídimo en estos segmentos. Sólo se distingue uno que separa el conducto deferente del epidídimo.
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Bibliografía
Sullivan R, Légaré C Lamontagne-Proulx J, Breton S, Soulet D. 2019. Revisiting structure/functions of the human epididymis. Andrology. 7: 748-757.