La imagen es de un tallo secundario ya que no podemos discriminar haces vasculares de manera clara, es decir, los haces vasculares con parénquima interfascicular han desaparecido. La presencia de tráqueas en el xilema nos indica que es una dicotiledónea. Este tallo no tiene un crecimiento secundario bien desarrollado ya que sólo presenta crecimiento en espesor en los tejidos vasculares y aún no ha aparecido la peridermis (Figuras 1 y 2) sustituyendo a la epidermis.
Observamos una epidermis sencilla en la imagen de arriba, casi sin cutinizar, y debajo un parénquima cortical de células apretadas entre las cuales se disponen grupos de fibras de esclerénquima formadas durante el crecimiento primario, donde formaban parte de las vainas fasciculares que rodeaban al floema primario de los haces vasculares. Las células del floema primario (metafloema) quedan muy apretadas debajo de estas células de esclerénquima. Sin embargo, en el floema secundario se distinguen característicamente dos sistemas de células: las que se disponen verticales o axiales (paralelas al eje del tallo), bajo el floema primario, y las células horizontales del parénquima radiomedular (perpendicular al eje del tallo), que son continuas con las del xilema secundario. En el xilema secundario se pueden observar las grandes tráqueas entremezcladas con fibras de esclerénquima. El xilema primario sobresale como uñas en el parénquima medular y está formado por tráqueas de menor diámetro y por células parenquimáticas. Entre el xilema y el floema secundarios se extiende el cámbium vascular, que aparece como una línea continua circular.