Esta imagen de piel gruesa procede de la palma de la mano de una rata. La epidermis, formada por un epitelio estratificado plano queratinizado, presenta una gruesa capa de queratina que constituye el estrato córneo. Las capas de la epidermis (ver imagen ) son claramente distinguibles. Su engrosamiento está provocado por roces y presiones mecánicas y puede variar dependiendo de las condiciones, de manera que si las tensiones desaparecen la epidermis se vuelve más fina. En el límite entre epidermis y dermis se observan las crestas epidérmicas y las papilas dérmicas, mucho ms marcadas que en la piel fina. Este tipo de piel carece de folículos pilosos y por tanto de glándulas sebáceas. Sin embargo, las glándulas sudoríparas están presentes (aunque no se observan en la imagen). La dermis papilar y la reticular se distinguen por la diferencia de color, siendo más clara la papilar que la reticular ya que esta última es más rica en fibras colágenas y la primera en vasos sanguíneos. La presencia de gran cantidad de células adiposas nos muestra el inicio de la hipodermis.