El encéfalo es la parte rostral del sistema nervioso central. Está formado por tres grandes compartimentos que de caudal a rostral son: rombencéfalo o cerebro posterior, mesencéfalo o cerebro medio y prosencéfalo o cerebro anterior. Al conjunto formado por el rombencéfalo y el mesencéfalo también se conoce como tronco encefálico.
El rombencéfalo se encuentra entre la médula espinal y el mesencéfalo (Figuras 1 y 2). El rombencéfalo se forma por una segmentación transversal que crea unidades llamadas rombómeros, y anatómicamente está dividido en tales rombómeros (Figura 2). Las células de estos rombómeros suelen permanecer en los límites de su rombómero mediante mecanismos de adhesión de atracción y repulsión. Estos compartimentos permiten crear grupos de células que pueden desarrollarse de manera distinta y procesar informaciones diferentes. A este patrón de desarrollo en segmentos se le llama metamería. La familia de genes Hox son responsables de establecer la identidad y límites de los segmentos en el rombencéfalo.
Actualmente se considera que hay 11 rombómeros (rh; Figura 2), siendo rh11 el más caudal y rh1 el más rostral, seguido de un segmento ístmico o rh0. La región que abarca desde el rh11 hasta el rombómero rh4 se denomina bulbo raquídeo o mielencecéfalo (Figuras 1, 2 y 3). En la región que va desde el rh3 hasta el rh1 se encuentra ventralmente la parte del rombencéfalo denominada puente, protuberancia, o zona pontina, y dorsalmente en el rh1 se localiza el cerebelo, formando todo ello lo que se denomina metencéfalo. Al rh0 se le denomina istmo o istmo rombencefálico, que es el límite con el mesencéfalo o cerebro medio.
En el encéfalo de vertebrados hay 12 pares de nervios craneales (12 nervios a cada lado) que se nombran con números romanos y en orden de rostral a caudal (Figura 3). En el rombencéfalo se encuentran aquellos que van desde el IV al XII, ambos incluidos. Cada uno de ellos está especializado en inervar determinadas estructuras corporales.
IV, troclear o patético (motor): se encuentra en la región del istmo e inerva el músculo extraocular oblicuo superior.
V o nervio trrigémino (mixto): se encuentra en la zona del puente y vehicula información sensorial de la cabeza y de la cara, y controla los músculos de la masticación.
VI, nervio abducens o motor ocular externo (motor): se encuentra en la parte alta del bulbo raquídeo e inerva musculatura extraocular (músculo recto externo).
VII o nervio facial (mixto): se encuentra en la parte alta del bulbo raquídeo y trae información gustativa de los dos tercios anteriores de la lengua y somática de la zona posterior del conducto auditivo interno y del pabellón auricular. Este par craneal inerva los músculo que controlan la expresión facial y aquellos que controlan a las glándulas nasales, palatinas, faríngeas, salivales (sublingual y submaxilar) y la glándula lacrimal.
VIII o nervio estatoacústico (sensorial): se encuentra entre el puente y el bulbo raquídeo y trae información auditiva desde la cóclea, además de aquella necesaria para el mantenimiento del equilibrio que se genera en las estructuras sensoriales del laberinto membranoso del oído interno (canales semicirculares y crestas sacular y utricular).
IX o nervio glosofaríngeo (mixto): se encuentra en la zona media del bulbo raquídeo y trae información gustativa del tercio posterior de la lengua e información visceral de varias partes como la faringe. Inerva glándulas como la paratiroidea y un músculo de la faringe.
X o nervio vago (mixto): se encuentra en la zona posterior del bulbo raquídeo. Recoge información gustativa de la epiglotis y visceral general de las vísceras torácicas y abdominales. Inerva la mayoría de los músculos de la laringe y todos los de la faringe. Controla los músculos de la voz. También inerva la musculatura lisa de las vísceras torácicas y abdominales.
XI o nervio accesorio (motor): está formado por varias raíces que se encuentran en la zona más caudal del bulbo raquídeo y a ellas se unen algunas raíces procedentes de las raíces ventrales más rostrales de la médula espinal. El componente bulbar inerva músculos laríngeos, mientras que el componente espinal inerva los músculos del cuello (esternocleidomastoideo y trapecio).
XII o nervio hipogloso (motor): posee varias raíces y se encuentran en la zona posterior del bulbo raquídeo. Aporta inervación a los músculos intrínsecos de la lengua, lo cual es importante para comer y hablar.
El cerebelo es una estructura prominente del rombencéfalo localizada en la zona dorsal del rombómero 1 (rh1). Externamente presenta surcos transversales dispuestos de forma más o menos paralela. Posee dos hemisferios divididos en lóbulos, que de rostral a caudal se denominan anterior, posterior y floculonodular. En una sección transversal de cerebelo se puede observar una parte interna donde predomina el neuropilo sobre los cuerpos celulares denominada sustancia blanca. Externamente a la sustancia blanca las células se disponen formando una lámina, denominada corteza cerebelosa (Figura 4). En esta corteza plegada se encuentran las células de Purkinje y las células granulares. En la zona profunda del cerebelo las neuronas se disponen formando los núcleos cerebelosos profundos, los cuales son las principales vías de salida de la información procesada por el cerebelo. Otra vía de salida de información cerebelosa es a través del núcleo vestibular lateral. Como dijimos, el cerebelo está implicado en coordinación del movimiento, pero también en procesos de atención, y en humanos también está relacionado con el lenguaje.
Se considera al rombencéfalo como una parte primitiva del sistema nervioso central, es decir, es la región del encéfalo que más se parece cuando se comparan especies muy separadas filogenéticamente, como peces o anfibios con mamíferos. Podríamos decir que se originó hace mucho tiempo en el ancestro de todos los vertebrados, funcionó, y ya no sufrió modificaciones sustanciales a lo largo de la evolución.
Este conservadurismo evolutivo quizá tenga que ver con su importante papel en el mantenimiento de funciones vitales para la supervivencia de cualquier vertebrado como la respiración, la presión sanguínea o el ritmo cardiaco. También es una estación de relevo para los sentidos del tacto, gusto, oído, y equilibrio. Además, controla la masticación, los movimientos oculares, y las expresiones faciales. Funciones que si no se llevan a cabo el organismo moriría. Los diferentes compartimentos del rombencéfalo están especializados en diferentes funciones:
Médula oblonga o bulbo raquídeo: respiración, acción de tragar (deglución), tono muscular, digestión, ritmo cardiaco.
Puente o protuberancia: nivel de atención, control motor, control del movimiento ocular, consciencia y sueño.
Cerebelo: movimientos precisos, posturas corporales, equilibrio, modulación de movimientos.
El rombencéfalo es también un centro importante de relevo o estación intermediaria de información que se origina en las zonas del encéfalo más rostrales y llega a la médula espinal o a algunos músculos del cuerpo. En su zona ventromedial posee una población alargada de neuronas denominada formación reticular que recibe información desde la corteza y participa en muchos aspectos de la coordinación motora. Además, posee numerosas agrupaciones de neuronas formando núcleos motores, los cuales forman nervios denominados craneales que salen directamente del rombencéfalo para inervar diferentes músculos y producir movimiento.
-
Bibliografía ↷
-
Cordes SP. 2001. Molecular genetics of cranial nerve development in mouse. Nature Reviews in Neuroscience 2, 611-623.
Puelles L, Martínez S, Martínez de la Torre M. 2008. Neuroanatomía. Editorial Médica Panamericana S.A. ISBN: 978-84-7903-453-5.
-